¿Qué tal tu vuelta a la rutina? La vuelta al cole, al trabajo y la entrada del otoño-invierno muchas veces supone dejarte arrastrar por todo lo que hay que hacer. Esto nos pasa sobre todo a las mujeres. Pero hoy quiero recordarte que te pongas la primera de la lista. ¿Cómo? Con tu autocuidado.
Y ojo, que el autocuidado no es (solo) irte de spa, a darte un masaje o hacer una escapada. Que, oye, están genial, ¡por supuesto que me encantan!, pero no tienes que hacer una inversión económica para cuidarte.
De hecho, antes que nada, quiero invitarte a mi masterclass gratuita del 28 de septiembre, donde vamos a crear juntas una rutina para ti sin dejarte de lado, esa rutina que tenga sentido para ti, donde tú seas la reina. Puedes apuntarte aquí.
La realidad del autocuidado
El autocuidado no es solo un momento de lujo, sino las acciones del día a día que haces por ti. Son acciones constantes, en lugar de momentazos intercalados con períodos muy largos de estrés. Puede ir desde la parte más práctica como hacer cenas sencillas en lugar de complicarte la vida, irte siempre a la misma hora a dormir y apagar el móvil mínimo una hora antes hasta la parte más emocional como decir no y poner límites y cuidar tu energía en tus relaciones.
Lo que nadie te dice del autocuidado
- A veces, incomoda. Cuando estamos educadas para ser serviciales y a decir que sí constantemente, poner límites y dibujar tus rutinas significa protegerte y cuidarte.
- No siempre es glamuroso o bonito. No es solo hacerte las uñas o irte de viaje. A veces es estar sentada en tu oficina, con los ojos cerrados durante 10 minutos, meditando. A veces es echarte una llorera, o llamar a una amiga. Puedes hacerlo bonito para ti, con una vela, un buen cojín o música, pero no es algo que se vea por fuera para que sea autocuidado.
- Es diferente cada día, ¡como los ejemplos anteriores!
- No tienes que hacerlo sola. Puede ser pedir ayuda a alguien, apoyarte en tu red o entorno porque necesitas que alguien se quede con tu peque porque te ha surgido algo.
Ejemplos prácticos de autocuidado
- Crea tu propio ritual de mañana de 10 minutos: Escuchas una meditación, te levantas un tiempo antes para tener tu rato propio, te preparas tu té, escribes en tu diario… Sea cual sea tu ritual perfecto, que puedes ir creando, este ritual asienta las bases de tu día a día y de tu vida. Es como ponerte la mascarilla de oxígeno en un accidente de avión: primero tú y luego los demás, porque si no, ¡lo más probable es que ni siquiera puedas ayudar a los demás!
- Establece tu horario de sueño: Yo pensaba que con 7 me llegaba, pero realmente he visto que necesito 8 horas. Define esas horas y define cuándo te vas a la cama y cuándo te despiertas, priorizando tu descanso. ¡Y no te sabotees con pantallas en la cama! Prueba a apagar una hora antes y verás cómo descansas mucho mejor.
- Revisa y ajusta el uso de tu teléfono. No hablo de trabajo aquí, sino del uso de redes sociales sin pensar, simplemente por estar ahí. A lo mejor estás buscando inspiración en Instagram o Pinterest, que está genial, pero ponte límites. Puedes ajustarlo en la propia aplicación. Mira lo que usas y reduce a partir de ahí.
- Di no a algún evento al que no te apetezca ir. Si tienes algún evento próximo en el calendario, piensa si realmente quieres ir y, si no, no vayas. Que la razón por la que vayas no sea “Es que si no, no me va a querer/se va a enfadar conmigo”. El miedo al rechazo no puede ser el motivo. Sí que puede serlo tu amor o cariño por la persona que organiza el evento, por ejemplo. Busca una razón de peso de verdad.
Espero que este episodio te anime a enfocar este mes de septiembre desde ti y no desde los demás y a tomar el control de tu vida, de tu rutina y de tu autocuidado. Y recuerda que estás invitada al directo del 28 de septiembre donde crearemos juntas una rutina donde te pones la primera de la lista. ¡Tienes que apuntarte gratis aquí!
Feliz mes,
Marta