La creatividad es un ancla que te devuelve a tu centro. Hace que te sientas segura contigo misma, que reconectes con tu interior y que tu rutina del día a día esté hecha a medida para ti. ¿Sabes esa sensación de ponerle purpurina a tu vida con unas vacaciones o una escapada? ¡Pues la creatividad es la purpurina pero en tu vida diaria!
En septiembre y con la vuelta al cole, si tienes peques, o la vuelta al trabajo, tu rutina puede que sea algo como un millón de tareas, citas por aquí y por allá, papeleos… ¡Pero frena! Recuerda que no por que sea septiembre hay que olvidar esa calma de la que has disfrutado en verano. Más bien, ten muy claras tus prioridades. Y la primera, eres tú. Por eso, te invito a mi masterclass gratuita del 28 de septiembre, donde te voy a enseñar a crear una rutina para ti donde tú seas la prioridad. Puedes apuntarte aquí.
Te adelanto que algo crucial en tu rutina va a ser la creatividad: será tu medio para mantener el ritmo bajo, reducir la ansiedad y quitarte la sensación de estar corriendo todo el día. La creatividad te recuerda que tu objetivo no es estar haciendo, haciendo, haciendo todo el día, sino también estar siendo, mostrando quién eres tú. La creatividad te define.
Pero, como mujer adulta, incluso si, al contrario que yo, nunca has sido de manualidades, ¿cómo puedes hacer de la creatividad tu refugio?
1. Empieza con 10 o 15 minutos al día.
Haz algo creativo como hacer ganchillo, colorear libros para adultos, leer un libro, hacer un puzzle, escribir en un diario. Algo que sea por y para ti.
2. Elige tu momento del día.
Tal vez antes por la mañana, puedes ducharte y seguidamente ponerte con ello, o con el café de la mañana… ¡Un truco! Fíjate cuándo tiendes a usar el móvil para redes sociales y ponle un límite, sustituyendo ese tiempo por algo creativo que te nutra. Yo, por ejemplo, hago ganchillo justo después de comer y antes de recoger a mi hijo.
3. Ten tu rincón creativo.
Esto no quiere decir que tengas todos tus materiales por medio, pero sí cerca y no a desmano. Por ejemplo, si siempre lo haces en el sofá, puedes tener un cajón en la mesita de café. La idea es que te resulte fácil sacarlo. Cuando tienes poco tiempo y quieres exprimirlo, es vital que no estés poniendo una barrera mental para hacer ese algo creativo.
4. Elimina distracciones.
Ese momento ese completamente tuyo. Pon modo silencio o avión en el móvil, si haces fotos, no te pierdas editándolas o subiéndolas a Instagram en ese momento. Asegúrate de que estás contigo en ese momento.
5. Olvídate de los resultados.
Hazlo por el disfrute. Yo no sé si voy a terminar mi top Azahar del Club Bluü antes de que llegue el fresco del otoño, pero lo estoy disfrutando tanto… no es una prenda que me voy a poner, es la materialización de una prioridad mía: el disfrute de dedicarme tiempo a mí misma para tejer.
6. Permítete variedad.
Puede ser que hoy hagas ganchillo, otro día hagas scrapbooking y otro día pintes con acuarelas. Tampoco se trata que todos los días tengas que probar algo nuevo, pero si sientes que te estás saturando, intenta encontrar el punto dulce del equilibrio para disfrutar de tus ratitos creativos. Que si eres feliz haciendo ganchillo todos los días, ¡maravilloso!, pero ten claro que no tienes que obligarte a hacer una sola cosa siempre.
7. Conviértelo en un ritual.
Acompaña tu momento con una vela, con un matcha, una respiración… crea un momento previo que siempre siga la misma forma. Crea un momento especial, una intención de conectar contigo misma. No te sientes porque tienes que hacer algo creativo, sino, más bien, disfruta del momento de conexión. En el ep. 112 te hablo más sobre cómo hacerlo.
8. Ancla la sensación que tienes al terminar.
Tómate un minuto para quedarte con esa sensación de bienestar, agradécete y refuerza el sentimiento. Puedes hacer una respiración, hacer una nota en tu diario, utilizar un aceite esencial (siempre el mismo) en ese momento concreto, lo cual luego te puede servir si te enfrentas a un momento complicado, como ancla para devolverte esta sensación.
9. Sé flexible pero constante.
No pasa nada si un día te lo saltas, pero vuelve, y vuelve sin culpas. A veces surge un imprevisto. La historia es volver a tu hábito de tener ese momento, sin sensación de culpa.
10. Sal fuera de tu zona habitual.
De vez en cuando, experimenta con tu ritual creativo y hazlo en una cafetería, a un parque, a una clase con una amiga… hacerlo en un lugar diferente. A mí me gusta mucho llevarme mi bolsa de ganchillo conmigo siempre porque me permite sentir esa creatividad en muchos lugares y me aporta muchas sensaciones diferentes.
Espero que las claves de este episodio te inspiren y que te ayuden a convertir estos espacios creativos en tus anclas del día a día, especialmente en tu vuelta a la rutina. Quiero invitarte a mi masterclass gratuita el próximo 28 de septiembre donde voy a hablar de autocuidado desde un punto de vista que no he hecho nunca: compartiré mitos y prácticas para que, este curso, sí o sí, te pongas la primera de la lista. ¡Apúntate gratis aquí!
Feliz día,
Marta