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Hoy quiero compartir contigo la experiencia de nuestra mudanza a Mallorca y con ello 5 aprendizajes para sobrellevar bien los cambios.

Todo comenzó cuando el fisio (mi pareja), nuestro hijo de cuatro años y yo decidimos dar finalmente el paso después de muchos años soñando con ello. Todo comenzó en junio del año pasado, cuando dejamos atrás nuestra querida casa y nos mudamos temporalmente a la casa de mis padres mientras buscábamos nuestro nuevo hogar en la isla.

La búsqueda de una casa en Mallorca fue todo un desafío. Pasamos meses buscando el lugar perfecto que se adaptara a nuestras necesidades y presupuesto. Después de visitar varias casas y enfrentarnos a la incertidumbre, finalmente encontramos una casa que nos enamoró, aunque era temporal y estaba un poco más alejada de lo que habíamos planeado. Aún así era perfecta para comenzar nuestra aventura en Mallorca: tenía todo lo que necesitábamos y se ajustaba a nuestro presupuesto.

La emoción de llegar a Mallorca y entrar en nuestra nueva casa fue indescriptible. Después de organizar toda la mudanza desde Madrid, finalmente llegamos a la isla. Recuerdo claramente la sensación de llegar en la oscuridad de la noche, abrir la puerta del coche y ser recibida por el fresco aroma del campo y el silencio de la noche.

Mientras tanto, el fisio se encargó de organizar la logística de la mudanza en Madrid, asegurándose de que todas nuestras cosas llegaran correctamente. Fue un proceso intenso, pero finalmente estábamos instalados en nuestra nueva casa en Mallorca, ¡listos para comenzar esta emocionante nueva etapa en nuestras vidas!

En el episodio te lo cuento en más detalle, pero aquí tienes un resumen de los 5 aprendizajes que me he llevado de estos meses:

1. Confiar en el proceso.

Durante nuestra mudanza a Mallorca, aprendí la importancia de confiar en el proceso de la vida. Aunque sí que hubo momentos de duda y miedo, mantener la fe en que las cosas se alinearían según lo planeado fue fundamental para nosotros. A pesar de las dificultades en la búsqueda de casa, mantener la confianza nos permitió tomar decisiones desde un lugar de calma y seguridad.

2. La ilusión como motor.

La ilusión y la emoción por empezar una nueva etapa en Mallorca nos impulsaron a superar cualquier obstáculo. A pesar del cansancio físico y las incomodidades de la mudanza, la emoción por construir un nuevo hogar nos dio la energía necesaria para seguir adelante con entusiasmo.

3. La importancia de un buen compañero de vida.

Durante todo el proceso, el fisio y yo nos convertimos en un equipo sólido. Enfrentar juntos los desafíos de la mudanza nos unió aún más y nos recordó la importancia de apoyarnos mutuamente. Elegir a alguien con quien compartir las aventuras de la vida marcó una gran diferencia en nuestra experiencia.

4. Practicar la paciencia.

En momentos de cambio y adaptación, es crucial tener paciencia con una misma y con los demás. Esa dosis de paciencia adicional nos permitió manejar mejor las tensiones y los desafíos que surgieron durante la mudanza. Aprender a aceptar los tiempos que nos imponía la situación y mantener la calma fue clave para mantener la armonía en nuestra familia.

5. Tomarse un tiempo para descansar y asentarse.

Finalmente, comprendí la importancia de tomarnos un tiempo para descansar y asentarnos después de la mudanza. Darnos el espacio necesario para recargar energías, ordenar nuestras vidas y disfrutar del presente fue fundamental para iniciar esta nueva etapa desde un lugar de calma y estabilidad.

En resumen, la experiencia de mudarnos a Mallorca (¡dos veces!) nos enseñó lecciones valiosas sobre confiar en el proceso, mantener la ilusión, valorar el apoyo de un buen compañero, practicar la paciencia y tomar el tiempo necesario para descansar y asentarnos. Estas lecciones nos han ayudado a crecer como individuos y como familia, y nos han preparado para enfrentar cualquier desafío que el futuro pueda traer.

¡Te leo en comentarios! ¿Cómo te afectan a ti los cambios? ¿Qué valoras más cuando vives uno de tal magnitud?

Un abrazo enorme,

Marta