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En el episodio de hoy comparto contigo 10 de mis maneras favoritas para recargar mi energía.
Últimamente pienso mucho en mi mudanza a Mallorca . Tengo la sensación de que mis rutinas, mi día a día, mi humor, muchas cosas se están moviéndo y cambiando. Pienso, ¿ha sido venir aquí lo que me ha dado más claridad para tomar una serie de decisiones en mi vida o es todo junto independiente de la mudanza? El caso es que tengo la sensación de que últimamente me resulta muchísimo más fácil conectar y recargar la pila, cosa que cuando vivía en Madrid me costaba mogollón, me costaba mucho más. Hay una cosa que pienso y que ahora que estoy en Mallorca confirmo, y es lo importante que es nuestro entorno.
Yo creo que cada una de nosotras, estamos mejor o nos elevamos y nos recargamos y somos una mejor versión de nosotras mismas en según qué lugar estamos. Por ejemplo, para mí, estar en Mallorca con un en una casita con ventanales que entra la luz, en lugar de ver un edificio enfrente. Tengo un ventanal enorme por el cual veo mi jardín con el níspero que está llena de nísperos. Al fondo estoy viendo a mis gallinas correteando. Veo el cielo que está nublado porque ha estado lloviendo, el viento… lo veo todo, es una auténtica pasada para mí. Muchas veces salgo descalza y pongo los pies en la tierra y toco la los árboles, porque yo creo firmemente en en el grounding. Y cuando estaba en Madrid, tenía una vida muchísimo más oscura, en el sentido literal de la palabra.
Vivíamos en un piso que estaba orientado al norte, apenas tenía ventanas, o las que tenía entraba muy poca luz por la orientación, y aunque teníamos un jardín que disfrutábamos bastante en verano, aquí es como que la vida jardín – casa es como una. Está armonizado. Yo le decía al fisio, yo quiero vivir en una casa en la cual, si fuera hay una tormenta, que en casa se note y se viva la tormenta. Si fuera hace sol, que en casa haya sol. Es estar en armonía con la madre tierra.
La casa en la que vivíamos, el piso en el que estábamos en Madrid, era siempre oscuro y nublado. Daba igual que hiciese mucho sol fuera, dentro estaba oscuro. Leí en algún lugar cómo al final las personas, dependiendo del entorno en el que estamos y lo importante que es el entorno que del que nos rodeamos y que construimos también a nuestro alrededor, afecta a nuestro estado de ánimo. Y no solo eso, sino en nuestro ser, en nuestro mejor ser, más auténtico, digamos, ¿vale? Hay personas que son lo más en mitad de Nueva York, con los edificios y otras personas como yo son felices en mitad del campo.
Aquí tienes un resumen de mis 10 maneras de recargar la pila. Escucha el episodio entero haciendo click aquí para inspirarte en profundidad.
1. Desconectar del móvil.
Desconectar de las redes sociales te permite estar más presente en tu vida, disfrutar de tus seres queridos y escucharte mejor a ti misma.
2. Gestionar el consumo de pantallas.
Es importante reconocer que el tiempo frente a las pantallas puede consumir gran parte de nuestra vida diaria. Ser consciente de lo que consumimos y durante cuánto tiempo es el primer paso para tener el control de nuestra vida y disfrutar más del presente.
3. Hacer ganchillo.
Hacer ganchillo en cualquier momento que sea te ayuda a liberar el estrés, encontrar la calma y además te da mucha satisfacción personal.
4. Leer.
La lectura es una actividad que estimula la mente, mejora la concentración y te transporta a otros mundos. Coger un libro en lugar del móvil es un hábito saludable que te cambiará la vida.
5. Disfrutar de la naturaleza.
Pasar tiempo al aire libre te conecta con el entorno natural, lo cual ya sabemos que tiene un montón de beneficios para nuestra salud mental y física. La playa, el campo o simplemente un parque puede darte el espacio tranquilo que necesitas para relajarte, reflexionar y recargar energía.
6. Disfrutar de mi casa.
Dedicar tiempo al jardín, el huerto y las gallinas se ha convertido en una de mis cosas favoritas a la hora de recargar la pila. Dependerá de dónde vivas, puedes crear desde un huerto urbano hasta un pequeño jardín de flores.
7. Cocinar.
Si te gusta cocinar, preparar bizcochos o entretenerte en la cocina puede ser una forma creativa de cuidarte y recargar la pila.
8. Cuidar el hogar.
Si me conoces de hace tiempo, ¡sabrás que a mi ordenar me relaja mucho! Ordenar, decorar y hacer pequeñas mejoras en casa te ayudará a crear un ambiente acogedor y armonioso donde sentirte más cómoda y feliz.
9. Hacer manualidades.
Hacer manualidades o bricolajes te permite explorar tu creatividad y desarrollar habilidades prácticas. A mi además, me encanta hacerlo con mi chico. Me doy cuenta de que hacer este tipo de cosas nos relaja y hace que nos ríamos un montón.
10. Crear una rutina de relajación diaria.
Crea una “estación de carga” diaria, incluso dos o tres. Se trata de crear pequeños momentos para relajarte. Por ejemplo, puedes disfrutar de prepararte una taza de té o una infusión. Parar lo que sea que estás haciendo para hacer unas respiraciones o estirar las piernas es una manera simple y efectiva de reducir el estrés y fomentar tu calma interior.
¡Un abrazo!
Marta
