Hoy quiero contarte cómo transformar el ganchillo en algo más que un hobby o una tarea pendiente.
En este episodio, te guío para convertir tu momento de tejer en un verdadero ritual de autocuidado, dividido en tres pasos clave. Porque sí, el ganchillo también puede ser tu refugio y tu herramienta para reconectar contigo. 🧶✨
Bloque 1: Preparar el ambiente.
Puedes hacerlo de varias formas, entre ellas:
- Escoge y prepara un lugar que sea cómodo y a poder ser libre de distracciones… Que sea un rincón tuyo, como tu altar para tus cosas de ganchillo.
- Acompaña con olores. Puedes utilizar velas, aceites esenciales, inciensos…
- Elige con intención qué vas a escuchar, ver o hacer mientras tejes. Tal vez quieras simplemente estar contigo misma y escuchar el silencio; puedes escuchar música, un podcast o un audio libro; puedes incluso hacer una video llamada y tejer a distancia con una amiga; o ver una serie, una peli…
- También importante la elección del proyecto que vas a tejer. Lo ideal es que, si vas a continuar con algo que ya habías empezado, te lo hayas dejado ya preparado para sentarte y retomarlo donde lo has dejado.
- Y, por último, prepárate tu bebida favorita.
Bloque 2: ¡Ponte cómoda!
Te recomiendo que te tomes un momento para cerrar los ojos y hacer tres respiraciones profundas. Para mí esto es un “botón de reseteo” que me devuelve al momento en el que estoy y a centrarme en lo que me preparo a realizar.
Y aquí te voy a animar a que, durante las tres respiraciones, añadas un pensamiento positivo. Te doy tres frases que me encantan de ejemplo:
🙏🏻 “este es mi momento de paz y creatividad”
🌹 “me permito descansar, fluir y disfrutar de la belleza de lo simple”
💙 “me siento segura y en paz”
Hecho esto, entonces sí, ya estás lista para agarrar tu aguja, agarrar tus ovillos y disfrutar del momento de tejido.
Bloque 3: El cierre.
Es importante que no acabes corriendo, porque le restaría valor al ratito que te has tomado para ti misma.
Así que haz una pausa para tomar conciencia y observar lo que has avanzado, a la vez que agradeces haber disfrutado del momento. También te recomiendo que hagas algún estiramiento y, sobre todo, que recojas con calma y con amor tus cosas.
Más allá de la técnica y los proyectos, el ganchillo puede convertirse en un acto de autocuidado emocional. Es tu momento para cuidarte, desconectar del ritmo acelerado y reconectar contigo misma. Incluso si solo tienes 10 minutos al día, ese ratito puede ser tu ancla para volver a tu centro.
Y es que no es solo ganchillo. Es un gesto de amor propio, una pausa para tu mente y un regalo para tu bienestar. ¿Y si esta semana pruebas a convertir tu próxima sesión de ganchillo en un auténtico ritual de autocuidado? 🧡
Marta.